Escapada de invierno
- mferreror
- 31 mar 2023
- 2 Min. de lectura
Actualizado: 17 nov 2024
Dicho y hecho: tenemos 4 días libres por delante y nos ponemos a pensar en una pequeña escapada de invierno. Virginia propone explorar el interior rural y montañoso de Albacete y Murcia, y terminar con vistas al mar en Cartagena. Mientras lo de llegar al mar tendrá que esperar, lo cierto es que podemos declarar y declaramos que no hay nada que nos defraude de la elección, por mas que haya gente que nos preguntara el objetivo de un deambular por lugares donde todo el mundo sabe que "no hay nada que ver". Nada más lejos de la realidad, en esta España interior que en cada rincón esconde una pequeña joya.
Hace muchísimos años que no he visitado Albacete (un día) y Murcia (un par), y apenas recuerdo nada. Además, el atractivo está en las provincias, en el entorno natural y rural. El itinerario incluirá el Nacimiento del Río Mundo y Nierpe, ambos en Albacete, y Caravaca, los Baños de Mula, y el precioso Valle de Ricote, en Murcia, a los que añadimos sobre la marcha las Murallas de King Kong.
Al empezar el viaje, con la mente en blanco, y sin haberlo preparado yo misma, no tenía ni idea de lo que me iba a encontrar, por lo que fue durante el mismo cuando me surgieron las ideas para seleccionar y ordenar sus memorias. Habría escenas rurales.

Escenas rurales
Se hace camino al andar, y así lo hemos hecho una vez más. A ratos, a paso marcial para recuperar tiempos perdidos, y para entrar en calor.
Es la ruta de los nogales centenarios, magníficos a cada paso del camino, y en los campos y las lomas, de troncos rugosos y espectacular porte. Ahora desnudos pero no tristes, erguidos, expectantes de primavera.
Arrecia el frío, pero el entorno está lleno de atractivos, y nos dejamos llevar por nuestra curiosidad y sus caprichos.
Sinuosos o estrictos, los caminos, que guían nuestra mirada, se entretienen con el entorno, sostienen diálogos con los aperos, y con la rudimentaria arquitectura, siempre en el punto de fuga, pero más escueta si cabe en el invierno, apenas frecuentada por alguna vida animal errante en busca de comida.
Aunque el paisano con el que nos paramos a hablar nos contaba que en Nerpio ya no hacía el frío de antes, los días tuvieron color, olor y sabor a invierno.

Los nogales centernarios, los protagonistas.
Ahora me gustaría volver a pasear de nuevo sobre nuestros pasos, pero acompañados por una música de invierno. Winter, de Ola Gjeilo.
Fotografías realizadas con un iPhone 10X, bastante frío a ratos, y la curiosidad geográfica que nos caracteriza. Gracias, Virginia, por tu siempre estimulante compañía y tus inmensas ganas de corretear el mundo.
Mi respeto para las personas que aparecen en cualquier entrada de este blog, dónde sólo quiero recoger el pulso y la vida de la calle. Si te reconoces en alguna de ellas, puedes hacer comentarios, o pedirme que la retire, si es tu deseo.
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