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Islandia panorámica I

  • Foto del escritor: mferreror
    mferreror
  • 18 sept 2016
  • 3 Min. de lectura

Actualizado: 3 oct 2021


En cuanto sales del Aeropuerto Internacional de Keflavik, o más bien del hotel donde has pasado la noche al llegar de madrugada, y llegas a cualquier lugar de la isla te entran ganas de mirar al cielo, abrir los brazos y dar vueltas en redondo hasta dejarte caer, y grabar en tu memoria la luz, los colores, el silencio, los murmullos, el cielo y los inmensos paisajes que te rodean, allá donde te encuentres en Islandia (en esta entrada es especialmente importante pinchar en las fotos para verlas de verdad, pues todas son panorámicas).


Teniendo en cuenta que partíamos de un lugar al que nos referimos no pocas veces como "ancha es Castilla", me he preguntado el por qué de esa sensación de estar inmersa en un paisaje grandioso. Es posible que un factor sea la despoblación, que ha permitido a la naturaleza seguir en estado puro. No hay carteles, apenas señales de tráfico, pequeñas, y sólo las necesarias. Los postes de luz o comunicaciones circulan libremente, pero sí que forman parte del propio paisaje, es su único rastro humano en kilómetros y kilómetros, y ayuda a tener escala. Literalmente vacío, con pequeños caseríos dispersos aquí y allí, en carretera (en la principal, la n1 o "Ring Road") hay muchas horas en las que hay que esperar un rato para que pase algún vehículo.


Otro factor debe ser, seguramente, que la naturaleza volcánica ha dispuesto cadenas montañosas de diseño delimitando grandes espacios de color bajo un cielo eternamente azul, alternando con un cielo eternamente nuboso. Son montañas que se elevan de repente, dibujando una curva suave en su inicio que en algún punto se hace prácticamente vertical. Todas las regiones disfrutan de su presencia, y cuando en la costa, forman espectaculares fiordos, tanto al este, como al norte y al oeste. Además, los bosques son escasos, por lo que la sensación de montaña desnuda es aún más potente.


Por otro lado, su origen volcánico le confiere una cualidad salvaje, inesperada, e indomable (en nuestra imaginación, y en la realidad). ¿Y qué decir del contraste entre el fuego de la tierra volcánica, y el hielo y la nieve?

Continuará...

Siguiendo a Ansel Adams "No hay nada peor que una imagen brillante de un concepto borroso", explicaré un poco el asunto.

El pequeño reportaje sobre la gran impresión que me ha causado la naturaleza en Islandia, y que he tenido que dividir en dos por el volumen que iba alcanzando, decidí hacerlo en formato panorámico porque intenta expresar esa sensación de espacio que te rodea y que te hace sentir tan pequeña pero tan bien, y con ganas de dar vueltas sobre ti mismo hasta caer y rodar.

Aunque todas son panorámicas, es cierto que no todas tienen el mismo tamaño, que lo haría más redondo como serie, pero como primer ejercicio de aproximación, me vale.

También me he dado cuenta de que, en fotografía de naturaleza, no es lo mismo llevar la cámara y usarla en tu viaje, recogiendo impresiones y memorias, como éstas, que programar un viaje fotográfico, en el que buscas previamente los lugares, las horas más apropiadas para cada fotografía, según la luz y las imágenes que tienes en la cabeza, y en tu arsenal figuran filtros de distintos tipos para lograr los resultados espectaculares de algunas fotos imposibles de obtener sin ellos... Aunque siempre hay fotografía espontánea, veo que muchas son programadas hasta el último detalle, y muchos días no son productivos por un cielo inexpresivo, una lluvia inesperada (o continua), o simplemente, que cuando pasas por tu camino la luz de pleno día no es la más adecuada para la fotografía (y la de después de las 22, en Islandia, tampoco).

En realidad, después de ver el resultado, y a pesar del lugar de ensueño, pienso que he realizado un ejercicio básico mientras voy conociendo mi cámara y mi objetivo.

¿Demasiado obvias? ¿Lugares comunes? ¿Fotografía standard, o en serie? ¿Demasiado bonito? Puede ser. Después de leer al fotógrafo de naturaleza Fernando Puche en "Cómo trabaja el fotógrafo", Ed Artual 2009, es la impresión que me queda. Pero como él mismo dijo, de su primera etapa, "no me arrepiento", pues yo solo estoy de prácticas, y siempre podría decir más adelante, que corresponden a "mi primera etapa" ;-))

Del grupo islandés Sigur Rós, "Saeglópur", para mientras ves las fotos otra vez.

Fotos realizadas a lo largo del "ring road" islandés, con la cámara Panasonic Lumix DMC-GF6, y el objetivo Lumix G Vario X 12-35 f2.8, con filtro polarizador. Alguna con iPhone 5s.

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Segovia, Castilla y León, Spain

© 2016-25 por Marta Ferrero Fotografía

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